lunes, 15 de abril de 2013

Papa Francisco: «Donde hay calumnia está el mismísimo Satanás»

El Papa Francisco reflexionó en su homilía de esta mañana en la Residencia Santa Marta sobre la fuerza destructora de la calumnia, a la que consideró «algo más» que un pecado porque nace del odio y busca destruir la obra de Dios. El Papa se refirió a las lecturas de hoy y reparó en el episodio de San Esteban, el primer mártir de la Iglesia, que es llevado ante el Sanedrín por su testimonio del Evangelio. El Santo Padre ha asegurado que esta es una era «de gran confusión espiritual».

El Pontífice explicó que Esteban fue una víctima de la calumnia. Se le acusa de «falso testimonio» y no protagoniza una «lucha justa, entre hombres de bien» porque sus enemigos eligieron el camino de una pelea sucia, «el camino de la calumnia».
Agregó que la calumnia es peor que el pecado – una expresión directa de Satanás. «Todos somos pecadores, todos cometemos pecados, pero la calumnia es otra cosa. Por supuesto que también es un pecado, pero es algo más. La calumnia apunta a destruir la obra de Dios, y proviene de una cosa muy mala: nace del odio y el odio es la obra de Satanás. La calumnia destruye la obra de Dios en las personas, en sus almas».
«Donde hay calumnia, está el mismo Satanás», agregó.
Refiriéndose al relato bíblico, el Papa recordó que Esteban no mintió para salvarse. «Él miró al Señor y obedeció la ley» y consideró que esto es lo que ocurre con la historia de la Iglesia porque desde el primer mártir hasta hoy, hay numerosos ejemplos de valientes testigos del Evangelio.
«La era de los mártires no ha terminado. Aun hoy podemos decir en verdad, que la Iglesia tiene ahora más mártires que en los primeros siglos. La Iglesia tiene muchos hombres y mujeres que son difamados por la calumnia, que son perseguidos, que son asesinados por odio a Jesús, por odio a la fe: algunos son asesinados porque enseñan el catecismo, otros son asesinados por usar la cruz. Hoy, en muchos países, son difamados, son perseguidos. Son nuestros hermanos y hermanas que sufren hoy en esta era de los mártires», afirmó.
Para el Papa, esta es una «era de gran confusión espiritual» y evocó un antiguo icono ruso que presenta a la Virgen María cubriendo al pueblo de Dios con su manto.
«Pidamos a Nuestra Señora que nos proteja, y en tiempos de turbulencia espiritual el lugar más seguro es bajo el manto de Nuestra Señora. Ella es la madre que cuida de la Iglesia, Y en este tiempo de mártires, ella es la protagonista, la protagonista de la protección. Ella es la Madre (...)Digamos con fe: Madre, la Iglesia está bajo tu protección. Cuida de la Iglesia»


El papa Francisco aprueba el programa de reformas de las religiosas de EEUU

El Vaticano ha tendido la mano a la Leadership Conference of Women Religious (LCWR), la organización que agrupa a la mayoría de las órdenes religiosas femeninas de EEUU y que depende de la Santa Sede, y el papa ha aprobado el programa de reformas para las monjas "rebeldes".


El Vaticano informó hoy de que el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el arzobispo Gerhard Ludwig Müller, y el arzobispo de Seattle, Peter J. Sartain, delegado de la Santa Sede para analizar la situación de la LCWR, se reunieron con la presidencia de la organización de religiosas y le expresaron su "gratitud por el gran aporte" de éstas a la Iglesia en EEUU.

Esa aportación se puede ver, precisó en una nota, en las numerosas escuelas, hospitales e instituciones de ayuda a los pobres que han sido fundados y regidos por religiosos a lo largo de los años.

El prefecto Müller hizo hincapié en que tanto la Conferencia de Superiores Mayores como la LCWR existen para promover la cooperación con la conferencia episcopal local y con los obispos en particular.

"Por esta razón, dichas conferencias se constituyen y permanecen bajo la dirección de la Santa Sede", precisó el encargado de mantener la ortodoxia del catolicismo.

Müller les informó de que había discutido recientemente la Evaluación doctrinal (el programa de reforma) con el papa Francisco, "que ha reafirmado las conclusiones de la misma".

"Es el sincero deseo de la Santa Sede -destacó el Vaticano en el comunicado- que esta reunión contribuya a promover el testimonio integral de las religiosas, basado en un firme fundamento de la fe y el amor cristiano, con el fin de preservarlo y fortalecerlo para el enriquecimiento de la Iglesia y de la sociedad para las futuras generaciones".

La LCWR, a la que pertenecen 57.000 religiosas, el 80 por ciento de las monjas estadounidenses, está en el punto de mira del Vaticano desde el pasado año, debido a la apertura de las mismas en temas como el aborto, la contracepción, la homosexualidad, la eutanasia y afirmaciones de feminismo radical incompatibles con la enseñanza católica.

En junio de 2012, el Vaticano le advirtió de que debe atenerse a las enseñanzas de la Iglesia y expresó su preocupación "tras los problemas doctrinales surgidos".

El Vaticano encargó al arzobispo de Seattle (EEUU), Peter Sartain, que investigara la situación creada y preparara la reforma del organismo, el documento al que el papa Francisco ha dado su visto bueno.